Hoy me voy a poner un poco en plan abuelo Cebolleta para hablarles de una actriz que marcó mi adolescencia. Allá por los 90 y durante unos 3 años, Draghixa fue mi actriz favorita, así como suena. La combinación se la saben: belleza y guarrería a partes iguales. Creo que aquellos cabellos rizados condicionaron mis gustos eternamente. Me van a permitir ustedes que le rinda un merecido homenaje, porque, como verán al final del artículo, sigue guapísima hoy día.
Draghixa nació en Croacia allá por 1973, con el nombre de Monika Dombroswki. A los dos años se mudó a Francia, donde se crío. Iba para peluquera, pero también le llamaba la atención el mundo del modelaje. Entró en el porno, como tantas otras chicas, porque la cameló su novio, Eric Weiss un actor de películas X. Solo les gustan los cabrones, que se dice. Su primera película fue «Offertes à tout 3», tras lo que vinieron varios títulos, entre ellos alguno de esas multitudinarias cintas de Private, productora para la cual trabajó con cierta frecuencia.
Nuestra chica destacó entre tanta tía por algo tan sencillo y a la vez tan raro. Draghixa era bella. No es que estuviera buena, que lo estaba, no es que fuera guapa, que lo era. Es que era bella. La cámara la quería, y ella sabía devolverle la mirada. Tenía a la vez elegancia e inocencia. El todo superaba al conjunto y el resultado, en pantalla, era hipnótico. Durante muchos años fue casi mi mujer ideal, la que buscaba encontrar yo en mis parejas… Sin ir más lejos mi novieta del instituto tenía algunos rasgos en común con ella. Menos mal que superé esa obsesión que, seguramente, sólo me hubiera traído infelicidad.
Tras su debut, se fue a Alemania para participar en una serie de títulos para productoras como Magma o Videorama, como aquel Especial Adolescentes de la saga Teeny Excess, que emitió el plus. También aparecía en Mit Faust Und Schwanz, donde había un fisting y lluvia dorada aunque ella no era la receptora, lamentablemente. Las películas no están mal y ella parece pasárselo bien, pero se le quedaban pequeñas. Las características de esta chica pedían algo más elaborado y elegante que las cintas de la productora alemana.
Su lanzamiento en Europa llegó de la mano de Private con «Lady in Spain«, donde se corrían en su cara y daban por culo a conciencia, de aquella manera que por entonces solo enseñaban en las producciones de Private. El papel de turista veraneante por las costas de Ibiza le iba que ni pintado. De hecho se comenta que la chica se lo pasó muy requetebién en las numerosas discotecas de la zona, siendo muy aficionado al rollo bakala que tanto se estilaba allá por 1993. Quién sabe, igual incluso conoció a Torbe.
Su relación con esta casa continúo, realizando un reportaje para la revista madre, que aparecieron en el número 121 de la Private. Si sois fans es un fetiche imprescindible. Yo los tenía pero creo que mi madre me los tiró, en todo caso os los podéis descargar de aquí. Su rostro también agració las páginas de Cheri o Hustler. No cabía duda, la chica estaba de moda.
Fue Marc Docel quién se dio cuenta de la clase y elegancia de Draghixa, y la fichó para hacer un título tan legendario como «El perfume de Matilda», que protagonizó en 1994 y donde podía lucir como si fuera una aristócrata y rodar en filmes donde se cuidaba más la iluminación, la fotografía y la decoración. Y allí es donde se movía como pez en el agua y donde su presencia resaltaba. Salía guapísima y con el pelo liso, que también le quedaba muy bien. Con El perfume llegó su fama internacional, consiguiendo un premio Hot D’Or a la mejor actriz. Era una de las reinas de Europa, y llegó a posar para el Penthouse y el Playboy francés en un cotizadísimo número.
Por supuesto, América no podía hacer oídos sordos ala tremenda popularidad que estaba consiguiendo en nuestro país, y la llamaron para hacer algunos títulos. La mítica Debi Diamond le dijo en medio de una cena en un restaurante que le gustaría “comerla el coño aquí mismo”. Menudo postre. Apareció en la premiada «Dog Walker» y también en Elementos de Deseo, dos títulos de alto copete que triunfaron entre los pornófilos de la época. En «Elementos de Deseo» compartía una escena lésbica con, atención¡una primeriza Jenna Jameson!
A pesar de esto, seguía haciendo título más crudos, como fue Bicycle Banged Babies, en la que nuestra chica iba en bici, y, en medio del bosque, se la follan cuatro maromos que eyaculan copiosamente en su rostro. Ahí tienen la escena para que la disfruten. Aunque a la chica no le iba mucho el gonzo, a uno le alegra que protagonizara alguna escena así y pudiéramos verla desenvolverse también en este terreno. Durante su estancia en USA compartió fluidos con gente con todos los grandes de la época: Peter North, John Dough… hasta le llegó a hacer un beso negro a Tom Byron,en cintas como Gang Bang face Bath 3 o Gang Bang Wild Style.
Otros videos destacados eran aquel Secuestro Sex, donde era violada a punta de pistola por un par de atracadores (aunque parecía que le gustaba), Drácula X, donde la veíamos de nuevo emperifollada a lo finales del siglo XIX, una estética que siempre le sentó muy bien, imitando a la Wynona en el film aquel de Coppola (a mí me gusta más la versión porno) o Concetta Licatta, a cargo del siempre único Mario Salieri.
Sin embargo, en 1995 bajó su ritmo de producción. Su nulo conocimiento del inglés impedía cualquier tipo de papel con chicha en las producciones americanas, limitándose a gonzos, escenas oníricas u actuaciones donde no decía ni pio. De casi 40 films bajó a unos 12 o 13, según las fuentes, aunque seguía obteniendo algún papel jugoso como en Hamlet X. Para que digan que el porno no es cultura. a experiencia americana la dejó muy cansada, y se refugió en la TV francesa.
Aún así, debido a su ingente producción y al tener películas nuevas todos los meses, seguía siendo una de las reinas, por no decir la actriz nº1, del porno Eeropeo. Fue en el 96, cuando bajó su nivel de producción a mínimos y comenzó a plantearse la retirada, terminada su relación con Eric Weiss. Aún le dio tiempo a rodar varias cintas y hasta a volver a Alemania para rodar Sperma Klinik. El goteo de títulos fue llegando hasta nuestras estanterías, pero está claro que la chica tenía la mente en otro lado.
La tragedia saltó en 1997. Tras solo tres años en el porno, nuestra chica lo dejaba. ¿Por qué? Sólo ella lo sabe. Tras un par de apariciones en peliculillas eróticas para la TV, dijo adiós para no volver. Siempre interesada en la música, apareció en un videoclip del grupo Silmaris, que se llegó a emitir en Los 40, y grabó un single de música electrónica. Finalmente tiró por allí y se convirtió en disc-jockey, trabajo que aún realiza en una discoteca parisina, a la cual tengo que ir cuando pase por allí. Para tirarme a sus pies y suplicarme que me la chupe un poco.
Fueron 3 años donde esta chica enamoró a todos los fans del onanismo. Con apenas unos 70 títulos dejó más huella que algunas chicas con menos carisma y menos bella, y sin recurrir jamás a escándalos y tonterías varias. Por suerte hoy es fácil hacerse con sus mejores escenas gracias a internet. La chica sigue siendo de culto, sus películas se reeditan y hasta sacan packs con sus mejores títulos. Dejó huella, está claro.
Por cierto, estas fotos son de hace un par de años, con 36 años, y donde vemos que sigue guapísima. Todo lo mejor para ella y a ver si protagoniza un comeback.
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