Si el porno entre lesbianas se asocia a una serie de actividades sexuales más bien suaves es debido a que desde la Edad de Oro del porno, el sexo lésbico se habia mantenido alejado de prácticas abyectas y altamente degeneradas. Si bien este género solía estar limitado a las comidas de coño y el tribadismo, esto ha cambiado en las últimas décadas, y en el lesbianismo de hoy todo tiene cabida, desde la utilización de todo tipo de utensilios hasta el ya imprescindible analingus o rimjob, además de squirting, bukakkes, o incluso meadas.
Amamos todo tipo de porno lésbico, desde aquel protagonizado y producido por auténticas chicas lesbianas en el que disfrutan de verdad, hasta aquel otro de pura ficción más fetichista y orientado a hombres heterosexuales cuya fantasía es mantenerse al margen y contemplar el sexo entre féminas.