Bienvenido al maravilloso mundo del cornudo, las cornudas vengadoras (mejor si se sirve en plato frío), las venganzas sexuales y ese fetiche del humillado tan en boga en el porno, el del marido de mujer adúltera observando como otro hombre (normalmente un negro bien dotado) se pasa a su querida por la piedra. Es tal la demanda de vídeos de cornudos que no existe productora que no haya dedicado sus esfuerzos en crear contenido de lo que en inglés se conoce con el nombre de «Cuckold»… El género cuckolding es grande y la imaginación de sus creadores casi supera a la realidad: venganzas consumadas en bukkakes y gangbangs, vídeos incestuosos a modo de vendetta, pagos por follarse a una novia. Y es que en ocasiones la infidelidad humillatoria puede ser una idea estimulante.