Esta sección va de pajas cubanas, o lo que en Argentina se conoce como «hacer una turca», o «una rusa» en Chile y México, e incluso «hacer una española» en Italia y Alemania. Hay quien asegura que el origen de la expresión habría que buscarlo en el plato de arroz a la cubana y a esas dos montañas de arroz con dos huevos fritos y un plátano en medio. Pero al margen de las denominaciones, una paja cubana no es más que la masturbación realizada con las tetas, las pajas que todo amante de las tetonas tiene siempre en mente. Una práctica, dicho sea de paso, bastante denostada por la industria X y que gracias al buen quehacer de expertas artistas en la materia pajera ha repuntado de nuevo hasta ocupar el lugar que siempre le ha correspondido. No exageramos al afirmar que el maravilloso ejercicio de las pajas con las tetas así como el ritmo ejercido entre los pechos y la ropa interior usada por la maestra de ceremonia entra en la categoría de arte; el arte de menear un rabo entre dos senos.