Que el grado de placer derivado de una buena paja, desde la excitación mental al orgasmo, puede ser igual o más intenso como el que se experimenta en cualquier actividad sexual, es algo que no vamos a discutir en esta que web, donde los “trabajos manuales” se han visto en infinidad de variantes: cubana, ahorcado, el carrete, etc… Digo esto porque el otro día recibía un mail donde me invitaban a seguir los 10 pasos para dejar de darle al manubrio. Un espectacular documento que en lugar de llevarme al ascetismo pajeril, me ha animado a elaborar una selección de lo que considero las mejores pajas llevadas a cabo por la mano femenina. Ahí van!
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