La de Danny D. es una de las pollas blancas más grandes que ha habido y hay en el porno, por lo que todas las actrices porno desean catarla. Esta impresionante MILF no es una excepción y se vuelve loca de placer cuando ese gran manubrio inglés se desliza por su húmedo coño, hasta que Danny no puede contener la borrasca de semen y se corre en las fauces de la tigresa rubia.