El sexo es una experiencia sensorial que abarca todos los sentidos. En este sentido, uno de los sentidos al que no prestamos la debida atención es el oído, y lo cierto es que los estímulos auditivos son de lo más excitantes, incluso cuando no hay ninguna práctica sexual propiamente dicha. Por ejemplo, esta morena guapísima nos susurra sus fantasías más tórridas. ¿Da para paja? Creemos que sí.