Guapa, esbelta y extremadamente zorra, así es Anna de Ville, una de las actrices porno norteamericanas más atrevidas de la industria, con un bagaje cerdo difícilmente igualable por algunas de sus compatriotas. Si no, comprueben el pedazo de morcilla negra que es capaz de agasajar en su recto. Y es que a esta flaca le entra por el culo el Titanic atravesado. Además, le encanta comerse grandes pollas negras hasta la campanilla.