Con su físico rellenito y sus pintas de chica buena e inocente, la española Claudia García se ha metido al público en el bolsillo, puesto que su aparente ingenuidad se transforma cuando se la llevan a la cama y se enciende el piloto rojo de la cámara. Así que su aire virginal poco tiene que ver con su perversión latente. He aquí una de sus primeras escenas.