Quien haya estado convaleciente durante un periodo de tiempo considerable en el hospital sabrá que llega un momento que las necesidades sexuales comienzan a surgir, por lo que un alivio en ese sentido es mano de santo, nunca mejor dicho. Esta enfermera es consciente de ello y le mama la polla a este paciente como acción solidaria del día, aparte de que está más cachonda que una gata en celo.