Esta chica esbelta con cara de viciosa tiene dos cabelleras: la de la cabeza y la del coño, puesto que lleva años sin afeitarse los pelos púbicos, de ahí que tenga un gran matorral en la entrepierna. Pero detrás de ese bosque hay una gruta humedad deseosa de que un minero la recorra muchas veces hasta que la llene de crema blanca.