Por mucho que lo nieguen, los tíos tienen muchas perversiones sexuales, pero que no las confiesan porque son precisamente inconfesables. Nadie te va a decir algo tan tabú como que se follaría a su cuñada o a su suegra, pero si existiera la posibilidad lo harían, créanme. En este caso este maromo pervertido se folla a su suegra sin remordimiento alguno.