El culo hiperbólico de Mandy Muse, siempre proclive a ser taladrado, es una obra magna de la naturaleza que vuelve a los amantes de las nalgas grandes y prominentes. Un pandero con vida propia que siempre ansía ser penetrado, puesto que su hambre es voraz. De hecho, a insaciable recto de Mandy le encanta una buena ración de carne con un postre lácteo incluido a modo de creampie.