Este amante del BDSM se lo monta de puta madre usando varios cordajes y maniatando a su bella amante para someterla a sus depravados dictados sexuales; esto es, colocarla en la postura adecuada para follarle el coño y el culo sin miramientos, entre azotes y palabras guarras a tutiplén. Podríamos llamar a esta escena como las 50 embestidas de Grey.