EL BDSM es un modo de someter completamente a una amante a nuestros dictados, de ahí que sea una práctica que goza de gran aceptación entre los hombres. También entre las mujeres, puesto que en su naturaleza está que el hombre ejerza el papel dominante durante el coito. Estos roles pueden cambiar, por supuesto, pero los impulsos ancestrales del hombre son de dominio a la hora de follar.