Lo que en principio iba a ser una cena entre amigos, se convierte en una bacanal sexual entre dos hombres y una mujer a la que le encanta el sexo anal. De hecho, tiene un ojete tan experimentado que agasaja las pollas erectas de sus amantes desde cualquier ángulo, e incluso es tan maleable que le cabe una mano casi entera en el ano. Además, después de la sesión sodomita le encanta tomarse la leche calentita de sus amantes.