El amor tiene sus espinas, ya que del cariño se pasa al odio en un santiamén. Un ejemplo más es lo acontecido con una pareja, cuyo miembro masculino le puso los cuernos a la chica, y esta preparó una venganza bastante cruel: follarse a su hermano, grabarlo y publicarlo en la red. Ya sabéis que la venganza se sirve en un plato frío, o caliente, según se mire. Por cierto, la muchacha está extremadamente buena.