Resulta que hoy en día abundan los vídeos en los que las chicas follan sin quitarse las mallas, puesto que recortan un orificio estratégico en la prenda para que sus amantes se las enchufen por el coño o por el culo. Esta nueva proliferación de vídeos de este tipo debe deberse a que la fiebre de apuntarse al gym ha convertido a las mallas ajustadas en una ropa fetiche.