Cada cual tiene sus aficiones relacionadas con diferentes ámbitos de la vida. Por ejemplo, a este hijastro le encanta cepillarse a su madrastra todos los días. Y es que la mujer tiene un culo que es poesía en movimiento, y el nene no puede resistirse, así que tiene que recurrir a meterle la verga hasta correrse. Lo curioso del asunto es que el cabrón del hijastro se corre dentro de la jamelga, por lo que el perligro de embarazo es más que manifiesto.