La temperatura en una sauna puede llegar a alcanzar cifras muy elevadas, pero no solo por el vapor, también cuando allí se encuentra un mujerón en paños menores como Angel Wicky y dos maromos con la libido por las nubes. En tal caso los acontecimientos transcurren inevitablemente por unos derroteros cargados de perversión, puesto que los dos tipos acaban rellenando cada uno de los orificios de la rubia tetona hasta que se vacían en su increíble pechamen.