El mayor hándicap del porno japonés es la dichosa censura de las partes íntimas de los protagonistas de las escenas, pero hoy os traemos auténtico porno japonés sin imágenes pixeladas y sin ningún tipo de censura. Esto es, coños peludos, muchos preliminares, muchos tocamientos, jadeos muy agudos y orgasmos por doquier. Todos los ingredientes para disfrutar de una paja como Dios manda.