Estas parejas swingers no pueden esperar a llegar a casa o al club para fornicar, puesto que están desatados. Así que se ponen a copular entre ellos en la propia playa, con mirones rodeándoles y gente grabándolos con sus móviles. A ellos les da igual, son gente muy abierta en el ámbito sexual, y no se lo piensan dos veces a la hora de meterla en caliente.