Una buena noche de parranda ha de tener como colofón final una buena sesión de sexo. Así es como acabo la noche de fiesta de esta pareja de jóvenes, los cuales se divertían en una discoteca y decidieron irse al baño a echar un polvazo. Pero ellos no sabían que en el baño había dos cámaras ocultas que inmortalizaron el intenso apareamiento.