Follar en un sitio público y silencioso como una biblioteca produce un morbo muy especial: hay que tratar de contener la respiración para no hacer ruido y mirar hacia todos lados para que no te pillen en medio de la faena. Pero mientras más dificultades, la excitación es mayor. La siguiente pareja de jóvenes comienzan a follar en la biblioteca muy disimuladamente, pero terminan dejándose llevar, puesto que una vez se alcanza el clímax, la cosa se vuelve incontrolable.