Este vídeo resulta de lo más curioso debido a la sorprendente postura que adoptan los amantes durante el acto sexual; ambos se colocan a cuatro patas, con los traseros situados uno en frente del otro, con la particularidad de que el tipo se las compone para penetrarla de esta guisa. Es decir, como si fueran dos perros pegados por sus genitales.