El turismo rural sigue creciendo como la espuma, puesto que la gente busca escapar del mundanal ruido de las grandes ciudades para disfrutar de la tranquilidad y la paz que ofrece la naturaleza. Es allí donde se despiertan los instintos sexuales más primitivos, como podemos ver en esta orgía campestre, donde no falta el sexo anal salvaje en mitad del campo.