Los implantes y las operaciones estéticas consiguen que algunas actrices porno luzcan unos cuerpos demenciales, con curvas que desafían las leyes de la gravedad. De hecho, se trata de cuerpos tuneados que parecen sacados de una serie de hentai, puesto que parecen irreales. Un buen ejemplo, es el físico de Lela Star, con un culo operado que linda entre lo atrayente y lo grotesco. Cuestión de gustos…