El paso de Autumn Falls por la industria del porno ha sido efímero, pero lo cierto es que ha dejado una gran huella debido a la belleza sublime de la neoyorquina de origen latino. Y es que a su precioso rostro hay que sumarle unos senos naturales que hipnotizan a la audiencia y devuelven la fe al público ateo, puesto que debe de haber un Dios que cree criaturas tan bellas.