Ya saben que cada vez más chicas juegan al fútbol, y el deporte femenino en general atrae cada vez a más seguidores. Pero lo cierto es que el deporte femenino continúa sin conseguir tanta atención como el porno lésbico. Para reivindicar tanto el deporte femenino como una buena comida de almejas, hoy os traemos un documento en el que, después de un partido de fútbol, las jugadoras se dirigen al vestuario a relajarse comiéndose sus dulces coñitos hasta correrse.