Claramente influenciada por la cultura japonesa y el ahegao, a esta yegua amateur de poderosas caderas y tetas generosas le encanta cabalgar sobre el miembro de su pareja, yendo ataviada con un escueto body de Picachu. Además, a la cerdita le gusta que su noviete se corra en su boca para degustar la lefa caliente.