Tener a una muñequita asiática como secretaria tiene sus pros y sus contras. Entre los inconvenientes se encuentra que la productividad baja en gran medida por razones obvias. Mientras que la principal ventaja es que cada día vamos al trabajo con unas ganas inusitadas, puesto que nos espera la preciosa chica abierta de piernas para que le hagamos un trabajito extra. Así la empresa se va a pique, pero ¿y lo feliz que es uno?