Dicen que las chicas orientales tienen la vagina más pequeña que las chicas de Occidente, por lo que hay cierto riesgo a la hora de alojar grandes pollas en su coño. Pero siempre hay excepciones, puesto que a esta intrépida nipona le encantan las pollas grandes y morena como la de este amante afroamericano que tiene una tercera pierna como rabo.