Este hermanastro es un salido sinvergüenza que siempre tiene la costumbre de vigilar a su hermanastra mientras se ducha. Lo que ocurre es que la hermana tampoco se queda atrás en cuanto a deseo sexual, y cada vez que se va a duchar aprovecha para masturbarse y gemir como una perra. Por supuesto, al hermano se le pone tan dura como una piedra mientras espía a la putita en celo.