Las francesas tienen una fama bien merecida de mujeres libertinas y cachondas, puesto que saben disfrutar bien del sexo sin ninguna clase de prejuicios. De ahí que cada vez que vemos una escena porno protagonizada por una hembra gala le prestamos atención porque, como podemos ver de nuevo, se trata de una tipa a la que le gusta el sexo duro por cualquiera de sus orificios.