Hay clásicos imperecederos en el porno, como la típica escena en la que un fontanero llega a la casa de una atractiva ama de casa para arreglar el fregadero y acaba destapando las cañerías de la mujer de turno. El caso es que por más que se repita la fórmula, siempre resulta excitantes, sobre todo cuando la tipa cachonda tiene un buen meneo.