Esta madrastra quiere ayudar a su hijo con los deberes, puesto que se encuentra un poco perdido en clase, pero lo que comenzó como una actividad escolar, pasó a ser una actividad mucho más picante, puesto que madre e hijo terminaron follando intensamente. De hecho, en esta ocasión fue la madre la que se bebió la leche calentita como merienda, en lugar de su joven popiolo, que fue el que se la suministró.