Ni estudian ni trabajan, pero estos jóvenes de 18 años se hartan de follar. Y es el que trajín sexual diarios de estos mozuelos es constante; cosas de la edad y de la libido desatada debido a las hormonas revolucionadas. Y es que hay que aprovechar al máximo los placeres de la vida, como el buen follar, puesto que las penas vienen solas.