Si tienes la suerte de llevarte a dos hembras a la cama y, además, una es mujer madura y la otra es una joven con menos experiencia, serías un tipo con suerte. ¿Por qué? Porque podrá aprovechar el entusiasmo de la joven y la experiencia de la madurita para echar un polvazo apoteósico, como el que puedes ver a continuación.