Al igual que los viejos rockeros nunca mueren, las estrellas del porno más célebres se mantienen durante muchos años al pie del cañón, entregando su cuerpo y cada uno de sus orificios para la causa, Un buen ejemplo es Jennifer White, a la que hemos visto prácticamente crecer a través de sus polvos filmados, siempre transitando por la variante más hardcore del negocio. Lo que no cabe duda es que sus tetas empitonadas, sus labios carnosos y su culo siempre hambriento han marcado una época y siguen dejando tras de sí un reguero de semen.