Estamos sumergido en pleno siglo XXI y, en todos los ámbitos de la sociedad, la evolución es palpable, o la involución, según como se mire. Sea como fuere, las nuevas generaciones van imponiendo sus gustos, y el ahegao ha entrado de lleno en el mundo del porno gracias a la herencia directa del anime japonés. Ya saben, mientras se las follan, las chicas se ponen bizcas, sacan la lengua y exageran las expresiones por motivos desconocidos por la gente que peina canas.