Una buena herramienta de trabajo abre muchas puertas en el mundo del porno, aunque el actor porno de turno sea poco agraciado. Así ocurre con Ramón, un tío feo, pero con un pollón en la entrepierna que le permite retozar con chicas guapas y jóvenes que se lanzan sin dudar a catar ten enorme puro cubano.