Desde tiempos inmemoriales, abundan las amigas con derecho a roce, pero ya no es algo que se esconda tanto como antaño, sino que son muchas las chicas que proclaman a los cuatro vientos que les encanta comerse un buen coño antes que una polla. Bueno, en realidad, también juegan con su culitos y se los penetran con dildos atados a la cintura. Menos mal que aún hay muchas mujeres que prefieren las vergas de carne y hueso.