Cuando uno lo ha probado casi todo en el sexo tiende a explorar nuevas experiencias que salgan de la rutinas y resulten más placenteras. Estos dos maduros adinerados decidieron probar cosas buenas contratando los servicios de una dominatrix, la cual se encargó de sodomizarlos, entre otras peculiares prácticas que nunca se atreverán a confesar.