Los conflictos sexuales en familia suelen acabar muy mal, pero no siempre. Así fue este caso peculiar: una chica pilló a su hermana comiéndole la polla a su novio, pero la guarrilla no tuvo un ataque de celos ni nada parecido, sino que se unión a la fiesta encantada. Por supuesto, pocos chicos hay más suertudos que este, que se benefició a las dos hermanas.