Cuando llega el verano las almejas en remojo siempre son un plato apetecible. Y es que un coño bien fresquito junto a la piscina es altamente penetrable, sobre todo si la gachí está como un tren y se encuentra receptiva. En ese momento uno no se puede contener a la hora de apartar la braguita del bikini y metérsela hasta el corvejón.