La contundencia física de esta negra es impresionante. Madre mía, qué hechuras tiene la yegua. Además, está bien servida por donde se mire: tiene una delantera descomunal y una retaguardia espectacular. Así que echar un polvo con esta criatura tiene que ser como alcanzar el nirvana o aún mejor. En su defecto, una buena paja fantaseando cura el ansia.