Es lo que tiene tener a una compañera de piso con problemas de ninfomanía: estás dispuesto a dicharte y disfrutar de una paja en la bañera, pero la arpía va detrás de tus pasos, abre la mampara de la ducha y se abalanza sobre tu polla para comérsela con ímpetu hasta que te corras en su boca. ¡Que vida tan dura la del estudiante!