Hasta ahora no nos habíamos percatado del juego sexual que pueden dar las pelotas de pilates; si no, que le pregunten a esta hermosa chica que acabo exhausta de tanto correrse con la ayuda de una pelota. Y es que la chica comenzó su rutina diaria de pilates, pero su coño se fue mojando al rozarse repetidamente con los prindolos del balón. Luego cayó en la cuenta de que se podía meter dichos pirindolos por el coño para obtener más placer aún…