Esta chica oriental operada de arriba a bajo apenas mide un metro y medio, pero el caso es que le encantan las pollas XXXL, de ahí que los amantes negros sean los elegidos en sus encuentros sexuales. Así que el negro de turno le da lo que andaba buscando. De hecho, dada la diferencia de tamaño, se la folla como si fuera una muñequita, tomñandola a pulso para embestirla hasta el fondo.