Los encargados de realizar castings porno a actrices primerizas son de lo más afortunados, puesto que en muchas ocasiones se pasan por la piedra a yogurinas de tan solo 19 primaveras. Por ejemplo, esta jovencita morena tiene un polvazo y la chica es muy diestra en la cama, pese a que le faltan un par de cocidos madrileños para ganar un poco de peso.